La elastografía de transición o FibroScan es una técnica de exploración novedosa, incruenta, sencilla y rápida, que permite mejorar el diagnóstico y seguimiento evolutivo de la fibrosis hepática sin necesidad de realizar una biopsia.
La fibrosis es un componente esencial de aquellas enfermedades hepáticas crónicas que producen complicaciones a largo plazo, como la cirrosis. De esta forma, conocer el grado de fibrosis ayuda a establecer el pronóstico de una enfermedad hepática.
A diferencia de la biopsia, la elastografía no tiene ningún tipo de efecto secundario ni riesgo para el paciente: la prueba dura apenas 15 minutos, no requiere anestesia y es indolora.
Para su realización se utiliza un dispositivo similar a un micrófono, que se apoya debajo de las costillas del lado derecho del tórax, allí donde está la superficie hepática. Este dispositivo emite una onda vibratoria cuya transmisión se realiza mediante ultrasonidos. Así se obtiene una estimación de la elasticidad hepática, que guarda relación con el grado de fibrosis: a menor elasticidad, mayor fibrosis.